En el campo de la traducción, un acto aparentemente simple de llevar un mensaje de un idioma a otro, suele estar plagado de decisiones subjetivas que pueden alterar la intención comunicativa del autor original. La traducción del Nuevo Testamento no es la excepción. La interpretación y, en algunos casos, la manipulación intencional, son factores que distorsionan el mensaje original, como ocurre en Colosenses 2:2.
El Problema de la traducción tradicional de Colosenses 2:2
La traducción tradicional del versículo en cuestión dice:
“Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo”.
Esta traducción ha sido utilizada para postular el concepto doctrinal de que Dios y Jesús son el mismo. Sin embargo, un análisis del texto griego demuestra que esta interpretación es una falsificación.
El Singular en “misterio” en Colosenses 2:2
Uno de los argumentos principales a favor de la interpretación tradicional, que favorece a doctrinas como la trinidad, es el uso del singular en “mysteriou” (misterio).
Bajo esta perspectiva, se alega que el uso del singular indica que el “misterio” hace referencia a una única entidad, en este caso, “Dios el Padre y de Cristo”. No obstante, esta interpretación pasa por alto la estructura gramatical y sintáctica del pasaje en cuestión.
Análisis lingüístico de Colosenses 2:2
A continuación, el texto griego del versículo:
ινα παρακληθωσιν αι καρδιαι αυτων συμβιβασθεντες εν αγαπη και εις παν πλουτος της πληροφοριας της συνεσεως εις επιγνωσιν του μυστηριου του θεου χριστου.
La traducción correcta del texto es:
“Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar toda riqueza de plena certidumbre del entendimiento, a fin de conocer completamente el misterio de Dios: Cristo”.
El versículo está diciendo que el “misterio de Dios” es “Cristo”, y no implica la existencia de una única entidad conformada por “Dios el Padre” y a “Cristo”.
De hecho, ni siquiera dice “el Padre”. Por esa razón no hemos dudado en calificar la versión tradicional como una falsificación, porque trata de inducir doctrinalmente.
Conclusión
El análisis lingüístico y gramatical nos demuestra cómo las traducciones pueden estar influenciadas por sesgos doctrinales, lo que puede llevar a interpretaciones erróneas. En el caso de Colosenses 2:2, el análisis presentado refuta la interpretación tradicional y sugiere que el “misterio de Dios” es, en realidad, “Cristo”. Es esencial, por tanto, aproximarse a los textos antiguos con una mente abierta y un enfoque riguroso, evitando dejar que las interpretaciones doctrinales nublen nuestro entendimiento.