El análisis exhaustivo de textos bíblicos ha sido un tema de debate en la comunidad religiosa durante siglos. Sin embargo, muchas interpretaciones de la Biblia son influenciadas por la inducción doctrinal, lo que limita la comprensión del texto en su contexto histórico y cultural. En este artículo se presenta un enfoque diferente al análisis de Colosenses 2:9, desde una perspectiva hebrea y sin influencia doctrinal, lo que permitirá una interpretación más precisa del texto.
Propósito de este artículo
El propósito de esta investigación filológica es explorar y trascender las barreras de la doctrina, y recuperar el mensaje original del apóstol Pablo. El adoctrinamiento ha influenciado en gran medida la interpretación de la Biblia, y ha limitado el pensamiento crítico y la comprensión precisa de los textos sagrados. En este sentido, nuestro objetivo es analizar detenidamente las palabras griegas utilizadas en Colosenses 2:9, y su contexto histórico y cultural para poder interpretar el mensaje original de Pablo, sin la influencia doctrinal.
Para lograr esto, examinaremos si la traducción convencional se ajusta a lo que la Biblia afirma sobre Dios. Analizaremos las palabras griegas utilizadas en el texto, sus raíces, significados y connotaciones, desde una perspectiva hebrea para poder obtener una comprensión más precisa del mensaje original.
Asimismo, exploraremos la relación entre la traducción convencional y la interpretación doctrinal, y cómo esta última ha distorsionado la interpretación del texto. En este sentido, se proporcionarán ejemplos claros y sencillos para facilitar la comprensión del análisis filológico y la interpretación precisa del versículo. En resumen, nuestro propósito es recuperar el verdadero mensaje del apóstol Pablo en Colosenses 2:9, y trascender la influencia cegadora de la doctrina.
La necesidad de considerar el trasfondo hebreo
Es necesario enfatizar el trasfondo hebreo al estudiar la epístola de Colosenses, ya que dicha epístola fue escrita por Pablo, un judío erudito que recibió una formación académica en las escuelas rabínicas más prestigiosas de su época. La epístola está escrita en griego, pero su autoría y su contenido están intrínsecamente ligados a la cultura hebrea y a las tradiciones religiosas del judaísmo.
Por tanto, es importante tener en cuenta el contexto histórico y cultural en el que se escribió, para poder entender su mensaje y su propósito original. Además, la interpretación de la epístola debe tener en cuenta la mentalidad y las formas de pensamiento de la época, y esto incluye el lenguaje hebreo y las tradiciones culturales asociadas con él. De esta manera, el conocimiento del hebreo y de las tradiciones judías es esencial para una comprensión precisa de la epístola de Colosenses y su mensaje.
En él “habita”
En el libro de Colosenses 2:9, se utiliza la palabra griega κατοικεω (katoikeo), la cual ha sido traducida como “habita”. Esta palabra tiene un significado más profundo que solo referirse a la idea de vivir en un lugar, y su estudio permite entender mejor la cosmovisión del autor.
La palabra κατοικεω está formada por dos partes: κατά, que significa “hacia abajo”, y οἰκέω, que significa “vivir, habitar”. Por lo tanto, su significado literal es “vivir hacia abajo”, lo cual puede ser entendido como una metáfora de una presencia que se hace sentir, que se establece en un lugar con firmeza y permanencia.
A diferencia de κατοικεω (katoikeo), la palabra griega παροικεω (paroikeo) se refiere a una presencia temporal o transitoria, una visita o estancia temporal en un lugar. Un ejemplo de su uso se encuentra en Hechos 2:10, donde se describe a los judíos que vinieron a Jerusalén para la fiesta de Pentecostés como παροικοῦντες (paroikontes), es decir, “visitantes” o “temporeros”.
Por otro lado, κατοικεω (katoikeo) se utiliza en la Biblia para referirse a la presencia permanente en un lugar. En Apocalipsis 21:3, se dice que Dios κατοικήσει (katoikései), “habitará”, con los hombres en la nueva Jerusalén.
En conclusión, el análisis de la palabra griega κατοικεω (katoikeo) nos permite entender mejor el significado de la presencia divina en la Biblia y su relación con la idea de permanencia y firmeza. Además, la comparación con la palabra παροικεω permite diferenciar entre una presencia temporal y una presencia duradera y estable.
Plenitud
En Colosenses 2:9 se utiliza la palabra griega πλήρωμα, que ha sido traducida como “plenitud”. La pronunciación de πλήρωμα es “pléroma”.
La palabra πλήρωμα está formada por πλήρης (pléres), que significa “lleno” o “completo”, y el sufijo -μα (ma), que indica una acción o resultado. Por lo tanto, su significado literal es “lo que se ha llenado”, y se refiere a la idea de algo que se ha llenado hasta su máxima capacidad de contener.
A diferencia de la palabra griega πᾶς (pas), que se traduce como “todo” o “toda”, πλήρωμα (pléroma) se refiere específicamente a la plenitud o totalidad de algo que ha alcanzado su máximo potencial de llenado.
Es importante destacar que, aunque tanto “pléroma” como “pas” se refieren a la totalidad, πλήρωμα (pléroma) implica la idea de una totalidad de la capacidad para contener, mientras que πᾶς (pas) indica la totalidad de algo.
Por ejemplo, en Marcos 6:43, la palabra griega πληρώματα (plerómata) se refiere a las cestas llenas de fragmentos de pan y pescado que sobraron después de que Jesús alimentara a la multitud. La palabra πληρώματα se utiliza para describir algo que se llena hasta su máxima capacidad, en este caso las cestas. Por lo tanto, el uso de πληρώματα en este contexto sugiere que las cestas estaban llenas hasta el tope de su capacidad.
En resumen, πλήρωμα se refiere a la plenitud o totalidad de algo que ha alcanzado su máximo potencial de llenado, mientras que πᾶς indica la totalidad de algo. Es importante tener en cuenta estas diferencias para comprender mejor el significado de los textos bíblicos que utilizan estas palabras.
Jesús es lleno hasta su plenitud
En Colosenses 2:9, la expresión “πᾶν τὸ πλήρωμα τῆς θεότητος σωματικῶς” (pan to pléroma tes theótetos somatikos) se compone de varias palabras clave que es necesario analizar.
Todo lo que habita en Jesús
ὅτι ἐν αὐτῷ κατοικεῖ πᾶν τὸ πλήρωμα τῆς θεότητος σωματικῶς
La palabra “πᾶν” (pan) significa “todo”, y se refiere a todo lo que habita en Cristo. No es lo mismo hablar de “todo lo que habita en Cristo”, que afirmar que “en Cristo habita todo” o toda.
Como ejemplo, remitámonos a una situación doméstica: Todo lo que hay en un refrigerador son verduras, lácteos y carnes. No significa que todas las verduras, lácteos y carnes que existen están en el refrigerador. Por eso podemos hablar de “todo lo que hay en el refrigerador”, pero no podemos afirmar que “todo lo que hay está en el refrigerador”.
Entonces, el sentido correcto de esta parte del versículo se refiere que Todo lo que habita en Jesús es divino. No está de más aclarar una vez más que no quiere decir que “toda la Divinidad” habita en Jesús.
La plenitud corporal
ὅτι ἐν αὐτῷ κατοικεῖ πᾶν τὸ πλήρωμα τῆς θεότητος σωματικῶς
La palabra “πλήρωμα” (pléroma) significa “plenitud” o “totalidad”, y en este contexto se refiere a la plenitud corporal, es decir, la capacidad máxima del cuerpo para ser llenado o contener, como en el caso de las cestas llenas de Marcos 6:43.
La expresión “τῆς θεότητος” se refiere a la cualidad divina. Los promotores de doctrinas interpretan el texto griego para que diga que “la plenitud de la Divinidad” habita en Jesús. Pero esto raya con lo blasfemo por las razones que expongo a continuación.
Dios es incontenible
Es importante tener en cuenta que la Biblia describe a Dios como infinito e incontenible, como se menciona en los siguientes versículos: 1 Reyes 8:27, Isaías 66:1 y Jeremías 23:24. Estos versículos afirman que Dios no puede ser contenido por ningún lugar o cosa, ya que es infinito y omnipresente.
Por otro lado, la palabra griega πλήρωμα (plenitud) en Colosenses 2:9 se refiere a la capacidad de Jesús de estar lleno de ñlo divino en su humanidad. Esta palabra se usa en otros contextos bíblicos para referirse a la plenitud o capacidad de algo para ser llenado.
Además, en el contexto de Colosenses 2:9, se está hablando de Jesús ya resucitado y glorificado. Es decir, no está diciendo que Jesús fue así desde que nació.
“La plenitud corporal de Jesús es habitada exclusivamente por divinidad”.
El contenido en el contenedor
La palabra “πλήρωμα” (pléroma) en el Nuevo Testamento se emplea para describir un estado de completitud o plenitud. Tomemos el ejemplo de la multiplicación de los panes y los peces en Mateo 14:20:
“Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas”.
Aquí, “πλήρωμα” se utiliza para describir la plenitud de las cestas, es decir, el estado de estar llenas, y no el contenido en sí mismo. Las cestas son el contenedor, y los peces y panes son el contenido.
Siguiendo esta lógica en el análisis de Colosenses 2:9, se entiende la “plenitud” como una referencia a la corporalidad y no a la cualidad de divinidad. De esta manera, “πλήρωμα τῆς θεότητος σωματικῶς” se refiere a la plenitud de la corporalidad de Jesús, en lugar de la plenitud de la divinidad.
Si seguimos la lógica de la tradición trinitaria con base en el significado correcto de las palabras griegas, tendríamos que decir que la cualidad de divinidad es el contenedor y que Jesús es el contenido. No tiene sentido.
Por ejemplo, en Efesios 3:19, “πλήρωμα” se utiliza de la siguiente manera:
“… para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.
En este contexto, la plenitud se refiere a la relación entre Dios y la iglesia, siendo la iglesia el contenedor y Dios el contenido.
En conclusión, al analizar el uso de “πλήρωμα” en el Nuevo Testamento y considerar su relación con el contenedor y el contenido, podemos argumentar que en Colosenses 2:9, la “plenitud” se refiere a la corporalidad de Jesús y no a la cualidad de divinidad.
¿La Deidad o la cualidad divina?
- νεότητός – (neotetos) juventud – Marcos 10:20
- μεγαλειότητος – (megaleiótetos) Grandiosidad – Hechos 19:27
- χρηστότητος – (xrestótetos) Agradabilidad – Romanos 2:4
- πιότητος – (piótetos) Viscosidad – Romanos 11:17
- πραΰτητος – (praútetos) Apacibilidad – 1 Corintios 4:21
- ἁπλότητος – (aplótetos) Generosidad – 2 Corintios 8:2
- ἰσότητος – (isótetos) Igualdad – 2 Corintios 8:13
- κυριότητος – (kyriótetos) Soberanidad – Efesios 1:21
- τελειότητος – (teleiótetos) Materialidad – Colosenses 3:14
- σεμνότητος – (semnótetos) Respetabilidad – 1 Timoteo 3:4
- εὐθύτητος – (euthútetos) Equidad – Hebreos 1:8
- ἁγιότητος – (agiótetos) Santidad – Hebreos 12:1
- µαταιότητος – (mataiótetos) Vanidad – 2 Pedro 2:18
Observa esta lista, en toda ella las palabras griegas se refieren a una cualidad. Todas las palabras griegas tienen el sufijo “τητός” (tetos).
El sentido es el siguiente:
- Tener juventud, no significa ser la juventud.
- Tener generosidad, no significa ser la generosidad.
- Tener apacibilidad, no significa ser la apacibilidad.
Siguiendo este principio de razonamiento, no debemos interpretar la palabra griega θεότητος (theótetos) como “Dios” o “La Deidad”, ya que tener θεότητος no implica ser “θεότητος”.
Las palabras en griego que terminan en “τητός” se refieren a una cualidad o atributo, y no a una entidad o ser en sí mismo. Debemos interpretar la palabra griega “θεότητος” (theótetos) no como “Dios” o “La Deidad” en referencia a Dios, sino como una cualidad o atributo relacionado con lo divino.
Todas las palabras de la lista se refieren a cualidades o atributos, como juventud, majestuosidad, agradabilidad, viscosidad, apacibilidad, generosidad, igualdad, soberanía, respetabilidad, equidad y santidad. Estas palabras no se refieren a una entidad o ser que posee la cualidad, sino a la cualidad en sí misma.
Sin considerar criterios teológicos o doctrinales, el análisis textual indica que la terminación “τητος” en palabras griegas se asocia con cualidades o atributos, y que la palabra “θεότητος” se refiere a una cualidad divina o atributo relacionado con lo divino, en lugar de referirse a “Dios” o “La Deidad” como entidad o ser en sí mismo.
La interpretación cristiana tradicional de Colosenses 2:9 sostiene que este versículo se refiere a “la plenitud de Dios” o “la plenitud de la Deidad”. No obstante, un análisis filológico, semántico y gramatical del versículo en su contexto y dentro del marco del griego koiné muestra que esta interpretación fuerza y no respeta las convenciones y características del idioma. Lo cual se demuestra a continuación.
La corporalidad tiene plenitud
En primer lugar, analicemos el versículo en cuestión en su contexto original en griego koiné:
“ὅτι ἐν αὐτῷ κατοικεῖ πᾶν τὸ πλήρωμα τῆς θεότητος σωματικῶς”
Análisis filológico
El término clave en este versículo es “πλήρωμα” (pléroma), que se traduce como “plenitud” o “completitud”. En el contexto de Colosenses 2:9, se refiere a la cualidad divina que reside en Jesucristo. Sin embargo, es importante notar que “πλήρωμα” no implica que Dios mismo esté contenido en Jesús, sino que Jesús posee una plenitud de cualidades divinas.
Perspectiva semántica
Desde una perspectiva semántica, la interpretación tradicional de este versículo como “la plenitud de Dios” o “la plenitud de la Deidad” no es congruente con otros versículos de la Biblia que describen a Dios como inmensurable e incontenible. Por ejemplo, en 1 Reyes 8:27, Salomón reconoce que ni siquiera el templo más grande y magnífico puede contener a Dios:
“Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?”
Por lo tanto, interpretar Colosenses 2:9 como una declaración de que la plenitud de Dios está contenida en Jesucristo contradice la idea bíblica de que Dios es inmensurable e incontenible.
Perspectiva gramatical
Además, desde un punto de vista gramatical, es crucial analizar la estructura de la oración en griego koiné. En Colosenses 2:9, la frase “πᾶν τὸ πλήρωμα τῆς θεότητος” se encuentra en el caso genitivo, lo que indica posesión o relación. Esto sugiere que Jesús posee o está relacionado a plenitud con las cualidades divinas, pero no que él mismo sea la “Deidad” o que Dios esté contenido en él.
En resumen, un análisis filológico, semántico y gramatical de Colosenses 2:9 en su contexto y en el marco del griego koiné demuestra que la interpretación cristiana tradicional de este versículo como “la plenitud de Dios” o “la plenitud de la Deidad” es ilegítima.
Traducción coherente en lenguaje actual:
“Porque todo lo que habita en la plenitud corporal de él es cualitativamente divino”.