MATEO 9

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Mateo 9:4 ἰδὼν (eidon)

El participio griego ἰδὼν, derivado del verbo εἶδον, encierra una connotación que trasciende la percepción puramente sensorial. Este término, con raíces etimológicas vinculadas al protoindoeuropeo *weid- («ver», «saber»), manifiesta una estrecha relación entre el acto de observar y el de comprender. En Mateo 9:4, la frase «viendo los pensamientos de ellos» (ἰδὼν τοὺς διαλογισμοὺς αὐτῶν) no se limita a describir una mera observación visual, sino que evidencia una capacidad interpretativa profunda de Jesús, fundamentada en su experiencia previa y en su agudeza perceptiva.

Significado del verbo εἶδον

La elección de εἶδον en forma aorista participial (ἰδὼν) denota un acto completo y puntual. En este contexto específico, el término apunta a un reconocimiento inmediato e integral de los pensamientos de los escribas. Esto no implica necesariamente un conocimiento sobrenatural o místico, sino una comprensión aguda y bien informada de su mentalidad y razonamientos. La familiaridad de Jesús con los esquemas de pensamiento de los escribas, derivada de interacciones previas y de su capacidad de observación, le permitió discernir sus actitudes con precisión. Este discernimiento no es casual, sino producto de su conocimiento del marco ideológico y discursivo que caracterizaba a estos líderes religiosos.

Análisis del término διαλογισμός

El vocablo διαλογισμός, que se traduce comúnmente como «pensamientos» o «razonamientos», posee un trasfondo semántico que merece atención. Procede de διά («a través») y λόγος («palabra», «razón»), y alude a procesos internos de reflexión que no se limitan a pensamientos individuales, sino que se insertan en un sistema de ideas más amplio. En Mateo 9:4, διαλογισμοί describe patrones recurrentes de razonamiento. Estas estructuras mentales contienen la posición ideológica de los escribas, moldeada por su rol como guardianes de la tradición y su resistencia hacia cualquier figura que cuestionara su autoridad.

En este sentido, la combinación de ἰδὼν con διαλογισμοὺς en el texto subraya que Jesús no requería de palabras explícitas para interpretar los pensamientos de los escribas. Su capacidad para «ver» iba más allá de lo evidente, abarcando una comprensión de las inclinaciones habituales de su discurso y de sus posturas críticas hacia todo aquello que consideraban transgresor. Esta interpretación conecta el uso de ἰδὼν con un análisis de la cosmovisión característica de los escribas, cuyo razonamiento reflejaba hostilidad hacia cualquier desafío a sus prerrogativas doctrinales.

Diferencias entre εἶδον y βλέπω

Desde una perspectiva filológica, es necesario distinguir εἶδον (eidon) de βλέπω (blépo). Este último verbo describe una percepción sensorial básica, limitada al acto de mirar. En contraste, εἶδον añade una dimensión cognitiva, en la que la percepción se convierte en comprensión. Esta diferencia es fundamental en Mateo 9:4, donde la acción descrita no se limita al ámbito físico, sino que abarca una aprehensión intelectual de la situación. Jesús «mira» a los escribas, en el sentido de que entiende instantáneamente sus pensamientos.

El uso del aoristo (ἰδὼν) también aporta profundidad al análisis. En griego, este tiempo verbal enfatiza la acción como un todo completo, sin alusión al momento en que ocurre. En el caso de Mateo 9:4, el aoristo subraya que la comprensión de Jesús fue inmediata y total, sin proceso gradual.

Conexión entre percepción y conocimiento

El verbo ἰδὼν, en su contexto narrativo, ilustra cómo el griego bíblico articula la interrelación entre la percepción visual y la comprensión intelectual. En Mateo 9:4, Jesús exhibe una habilidad para decodificar las actitudes de los escribas que no depende exclusivamente de lo visible, sino de una comprensión integral de su postura doctrinal y actitud habitual. Esto refuerza la idea de que el lenguaje bíblico, al emplear términos como ἰδὼν, describe acciones externas que revelan procesos internos.

Mateo 9:6 ἐξουσίαν (exousían)

La palabra ἐξουσίαν en Mateo 9:6, acusativo singular de ἐξουσία, tiene una rica carga etimológica y semántica que resulta fundamental para entender su uso en este pasaje. Derivada del verbo ἔξεστι(ν) («es permitido», «es lícito») y compuesta por la preposición ἐξ- («fuera de», «desde») junto al sustantivo οὐσία («ser», «esencia», «existencia»), la noción de autoridad que encapsula no es un poder intrínseco, sino una facultad que proviene de una fuente externa. Este análisis etimológico establece un marco conceptual en el que ἐξουσία denota un derecho o capacidad legítimamente conferidos, subrayando su naturaleza derivada.

Autoridad como un poder otorgado

En Mateo 9:6, Jesús declara que «el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados» (ἐξουσίαν ἔχει ὁ υἱὸς τοῦ ἀνθρώπου ἐπὶ τῆς γῆς ἀφιέναι ἁμαρτίας). Este uso de ἐξουσίαν describe la potestad de Jesús no como una cualidad inherente, sino como una prerrogativa conferida por Dios. El término se refiere a una capacidad delegada que actúa bajo la validación de una fuente superior.

En la versión griega de Esdras 7:24, ἐξουσία se refiere a un poder circunscrito por una autoridad superior:

καὶ μηδένα ἔχειν ἐξουσίαν ἐπιβαλεῖν τι τούτοις
(«y nadie tiene autoridad para imponer algo a estos»).

En este contexto, la autoridad de ciertos grupos como sacerdotes y levitas está limitada al ámbito definido por un decreto real. Es decir, ἐξουσία no conlleva una fuerza inherente, sino un derecho definido por un marco legal o institucional. Al igual que en Mateo 9:6, la legitimidad de esta autoridad no reside en los individuos que la ejercen, sino en quien la otorga.

La autoridad en Mateo 9:6

En el contexto de Mateo 9:6, ἐξουσίαν se relaciona estrechamente con el verbo ἔχειν («tener»), que refuerza la idea de que Jesús posee esta potestad, pero no como resultado de una facultad autónoma. Su autoridad para perdonar pecados está intrínsecamente vinculada a su relación con Dios, la fuente de su legitimidad.

Adiconalmente, ἐξουσία (exousia) se relaciona con ἔξεστι(ν) (exestin). Es decir, el concepto de autoridad no se reduce a una capacidad para actuar, sino que incluye una legitimidad para hacerlo. La inclusión de οὐσία (ausia) en su formación añade una dimensión ontológica: este poder no es accidental ni arbitrario, sino que encuentra su razón de ser en la estructura misma del sistema legal y social que lo regula.


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