Desde hace siglos, la expresión “manifestado en carne” ha sido vinculada con el nacimiento de Jesús. No obstante, la interpretación tradicional es errónea y potencialmente manipulada. En el presente artículo, se analizará el contexto histórico y lingüístico de esta expresión, a fin de arrojar luz sobre su verdadero significado.
Propósito de este artículo
La doctrina de la trinidad se basa en 1 Timoteo 3:16, donde se menciona una manifestación en carne. Sin embargo, la interpretación de “manifestado en carne” como “la encarnación de Dios” es errónea. El desacierto parte de una lectura superficial de las palabras griegas.
Al anteponer la doctrina a un análisis riguroso de las palabras, se produce un error de interpretación. Las ideas preconcebidas limitan el campo visual del entendimiento y se pierden detalles elementales.
Dejar de ver en macro puede llevar a errores significativos en la comprensión de conceptos. Por lo tanto, es importante cuestionar y examinar cuidadosamente las interpretaciones antes de aceptarlas como verdades.
En este artículo, se analizará el uso del verbo griego “ἐφανερώθη” (ephaneróthe) en relación con la frase “manifestado en carne”. La estructura de la primera carta a Timoteo permitirá entender su significado y se demostrará que no se refiere al nacimiento de Jesús.
Al examinar cuidadosamente el contexto en el que se utiliza el verbo griego, se podrá esclarecer su verdadero significado. Esto permitirá una interpretación más precisa y rigurosa de la frase en cuestión, evitando posibles malentendidos o errores de interpretación.
Pablo presenta a Jesús en cuatro etapas
En la primera carta a Timoteo, Pablo presenta los principales acontecimientos de la vida de Jesús: su nacimiento, muerte, resurrección y segunda venida. Este detalle es de gran importancia para entender la “manifestación en carne”.
Sin embargo, los promotores de ciertas doctrinas pueden perder de vista esta perspectiva global debido a su condicionamiento. Al enfocarse únicamente en los aspectos que parecen favorecer su postura, pasan por alto detalles cruciales que afectan la comprensión general de la misiva.
El nacimiento de Jesús
En 1 Timoteo 1:15, Pablo se refiere al nacimiento de Jesús empleando el verbo “venir”. Este verbo transmite la idea de que Jesús fue enviado al mundo con un propósito específico.
De hecho, Pablo describe claramente el propósito de la venida de Jesús:
Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Esta afirmación subraya la importancia central de la obra de Jesús en la doctrina cristiana, y muestra que su nacimiento, vida y muerte estaban orientados a un objetivo redentor.
La muerte de Jesús
En 1 Timoteo 2:5-6, Pablo continúa su exposición sobre la obra de Jesús al hablar sobre su muerte. En estos versículos, Pablo afirma la unidad de Dios y el papel único de Jesús como mediador entre Dios y los hombres.
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
Esta afirmación destaca el papel crucial de Jesús como el puente que une a la humanidad con Dios, y muestra que su muerte no fue solo un evento histórico, sino un acto de sacrificio expiatorio.
Asimismo, en este pasaje, Pablo subraya la importancia de la entrega voluntaria de Jesús, quien se dio a sí mismo en rescate por todos. Esta idea enfatiza la importancia de la libre voluntad de Jesús en su entrega salvífica, y muestra que su muerte no fue un accidente o un acto de violencia, sino una expresión de amor.
Jesús resucitado se “manifestó en carne”
Después de mencionar el nacimiento de Jesús y su muerte, Pablo se centra en la resurrección. En 1 Timoteo 3:16, Pablo usa el verbo “manifestado” le corresponde hablar de la resurrección de Jesús. La “manifestación en carne” a la que se refiere en el versículo anterior no es el nacimiento de Jesús, sino su aparición, resucitado.
Esto contradice la doctrina de que “Jesús es Dios manifestado en carne”, que se basa en la idea errónea de que la “manifestación en carne” se refiere al nacimiento de Jesús. Esta doctrina se derrumba cuando se analiza el texto bíblico con una mente abierta y sin preconceptos.
A continuación, analizaremos el tema de la segunda venida de Jesús, que fue mencionado por Pablo en su carta. Después, exploraremos las apariciones de Jesús y examinaremos el verbo griego “ἐφανερώθη” (ephaneróthe) para una mejor comprensión.
La segunda venida de Jesús
En 1 Timoteo 6:14, Pablo se refiere a la “aparición” de Jesucristo. Usa la palabra griega “ἐπιφανείας” (epiphaneías), que se compone de “epi”, que significa “sobre” o “encima de”, y “phanos”, que significa “luz” o “brillo”. Así, la “aparición” de Jesús es su manifestación visible y resplandeciente sobre todas las cosas.
Algunos ejemplos actuales del uso del prefijo “epi”. La palabra “epidemia” proviene del griego “epi” que significa “sobre” y “demos” que significa “pueblo”. Se refiere a la propagación rápida de una enfermedad contagiosa. La palabra “epicentro” también proviene del griego “epi” que significa “sobre” y “kentron” que significa “centro”. Se refiere al punto en la superficie de la Tierra que se encuentra justo encima del foco de un terremoto.
Las cuatro facetas de Jesús mencionadas por Pablo en 1 Timoteo 3, ubican la “manifestación en carne” en la resurrección de Jesús, no en su nacimiento. Pablo describe a Jesús como aquel que fue “manifestado en carne. Esto se evidencia en el verbo griego “ἐφανερώθη” (ephaneróthe) que explico a continuación.
Las apariciones de Jesús “en carne”
La expresión “en carne” en 1 Timoteo 3:16 transmite la idea de que el mismo que nació es el mismo que murió y resucitó. Reafirma la unidad de la persona de Jesucristo.
La resurrección de Jesús es un evento histórico que confirma su identidad como el hijo de Dios. Al aparecer en su cuerpo resucitado, Jesús demuestra su victoria sobre el pecado y la muerte. Además, su resurrección es la promesa de que aquellos que creen en él también serán resucitados para vivir eternamente en su presencia.
El verbo “ἐφανερώθη” sobre Jesús resucitado
El verbo griego “ἐφανερώθη” se encuentra en Juan 21:1 y en Juan 21:14 para referirse a la aparición de Jesús a sus discípulos después de su resurrección. En ambos versículos, el verbo indica que Jesús se manifestó o se mostró a sus discípulos de una manera corporal.
La palabra “ἐφανερώθη” proviene del verbo griego “φανερόω” (phanerón) que significa “hacer visible, revelar, mostrar”. La forma “ephaneróthe” es un verbo compuesto, que agrega el significado de “en presencia de”. Por lo tanto, el término “ἐφανερώθη” se traduce como “se manifestó” o “se mostró claramente”.
Esto demuestra, una vez más, que la “manifestación en carne” no se refiere al nacimiento de Jesús, sino a las apariciones de Jesús resucitado. Coincide con la enseñanza de Pablo en 1 Timoteo 3:16, donde se enfatiza que Jesús resucitado estaba en su cuerpo físico y no era un fantasma: “ephaneróthe en sarki”; es decir, manifestado en carne.
Reflexión y conclusión
El artículo publicado ha corregido siglos de error y ha llevado a una revisión necesaria de los textos originales. Si bien podría haber sido más breve, la minuciosidad es esencial en este proceso.
Es importante hacer una verificación honesta de los textos sin estar influenciados por pasiones doctrinales. Solo así podemos descubrir la verdad y la auténtica intención de los autores originales.
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