Cómo se puede negar a los creyentes en la trinidad la certeza de que Dios es trino, si versículos como este parecen confirmarlo.
Su credulidad en un dios trino, o en que Dios es trino, no es un capricho. Lo creen de todo corazón. Por eso les ofende muy profundamente que alguien niegue la trinidad.
Ellos, los creyentes en trinidad, toman la oposición a esa doctrina como una herejía.
El versículo en cuestión
Es una cita al Salmo 45:7. El Salmo 45:7 está en hebreo.
La misiva en cuestión está dirigida a hebreos. Y por el lenguaje que se utiliza, podría ser específicamente a la casta sacerdotal hebrea.
La traducción cristiana es esta:
Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo.
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
El Salmo 45:7
Tu trono divino (kiséja elohim) es eterno y para siempre. Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
Lo dice porque el trono es de Dios. No de él. David no es divino. Divino es el trono.
Por eso, en I Crónicas 29:23 dice:
Y se sentó Salomón en el trono del Eterno como rey en lugar de David, su padre, y fue prosperado. Todo Israel le escuchó.
De vuelta a Hebreos 1:8
Cuando el autor de la misiva dice «Más del hijo dice», no se refiere a que ese hijo es Dios, sino sobre lo que trata el versículo: la cualidad divina de su reinado.
¿Gobernó Jesús como rey? No
¿Se sentó Jesús en el trono en Jerusalén? No
¿De qué trono habla? Al parecer, Jesús habla de una realidad espiritual concerniente y coherente con su predicación.
El versículo Apocalipsis 3:21, esclarece esta situación: El trono de Jesús es el trono de Dios. Así como el trono de Salomón es llamado el trono del Eterno:
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.