Cuando comenzó a crear Dios los cielos y la tierra
la tierra resultó informe y vacía, con tinieblas sobre la superficie de las profundidades y espíritu de Dios revoloteaba sobre las aguas.
Entonces dijo Dios: “Haya la luz”, y hubo luz.
Dios vio que la luz era buena e hizo separación Dios entre la y entre las tinieblas.
Y llamó Dios a la luz Día y a las tinieblas llamó Noche. Y hubo tarde y hubo mañana, día uno.
Dijo Dios: “Haya una expansión en medio de las aguas, que separe aguas de las aguas”.
E hizo Dios la expansión, y esta separó el agua que estaba debajo de la expansión del agua que estaba encima de la expansión. Y así fue.
Y llamó Dios a la expansión Cielo. Y hubo tarde y mañana, un segundo día.